miércoles, 23 de mayo de 2012

Alf

Hoy no puedo parar de pensarte.

Mamita

no te atiendo, no me llames, (NO ME LLA MES) no te quiero ver, no te aguanto, no te atiendo 2, no te atiendo 3..... te llamo a ver que carajo querias. Caigo una y otra vez en tus redes.

martes, 22 de mayo de 2012

Así estamos.

No escribo porque no estoy de ánimo. Porque me cuesta encontrar un tono que no fastidie o no de pena. Porque escribo 2 lineas y lloro. Por eso. Hace un tiempo que me siento mal mal. Mil dolores pequeños, como el título del libro. Me duelen los dientes, la mandibula y el oido porque bruxo jodidamente a la noche. De hecho, me astillé un diente. Me duele la cintura, como si estuviera soldada. Me duelen las manos. Mucho me duelen. Porque no puedo aflojarlas. Son como garrotes. Y los dolores siguen.. Y me canso de nada. Y lloro como una perra hija de puta. No puedo con mi alma, en consecuencia no puedo ni conmigo ni con mi hija ni con su padre y mucho menos con mi vieja. Ya ni pienso en poder con alguien que salga un mm de este circulo aulico, El sábado lloré como loca. Sin parar. Desde el mediodía hasta la casi noche. Conectada a una canilla. Así de mucho. Tengo miedo. Miedo de tener algo, miedo de la edad que tengo. Miedo de que no puedo tener un pensamiento positivo optimista, alegre, salvo los oasis de felicidad que genera mi hija. Me pienso a mi misma como alguien que “ya pasò” me siento vieja, siento que de un minuto al otro, nadie me avisó y ya se acabó todo. Esteril. Esta negación que tenía yo a tener otro hijo y de la que me arrepiento profundamente, es un fantasma que me acosa sin piedad. Tuve a N. a los 37. Durante 3 o 4 años, NO QUISE otro hijo. Me complicaba la logística, el cansancio, las ganas de dormir una noche entera sin que nadie me despierte, el espacio de una casa que quedó chica. Luego quise y tuve como respuesta la negación más absoluta e irrevocable que alguien pueda imaginar. Nunca repregunté, tal vez por miedo a que si “sí” salía mal, la culpa iba a caer arriba de mi cabeza como la cuchilla sobre la de M. Antonieta. Pero seguí queriendo. Hoy, que paso por la mala racha, que tengo ojos flojos y me duelen de contener las lágrimas, hoy que no veo el teclado mientras escribo, me duele pensar que le hice a mi hija lo que me hicieron a mi. Él, no sabe de que se trata y no lo puedo (ni quiero) culpar. Él tiene un hermano, padres jóvenes e independientes. Si hasta abuela tiene!! Yo tengo una madre casi de 80 años, que más que madre es una hija, que pinta para una vejez complicadísima. y me divido como puedo soporto lo que puedo, acompaño hasta que me muero de cansancio. Y pienso en ella, mi N. a quién condené a tener la misma vida que yo. De hija única. Yo que tanto temía la muerte de mis padres y le decía a mamá: "mami, nosotros nos vamos a morir los 3 juntos, en un avión! o en un auto!" Yo, que un día a los 30 lloré hasta secarme intentando entender que me quedaban sólo mi mamá. Y mi abuela, si. Yo, que pienso en mis navidades y repaso las fotos y solo quedamos mamá, mi tía y yo. Yo, que tengo una formación católica que no me salvó sino que me enterró en el submundo de la culpa, del remordimiento, del dolor eterno. Yo, que acumulo por un lado, penas (y no dejo irse ninguna nunca) y por el otro remordimientos (como pude..). No suelto. No me dejo mover por el viento. Pasan los días y más rígida me pongo frente al viento que me azota. Y me quiebra una y mil veces. Y me se sola en mi inframundo. Y quiero salvar a mi hija. Y trato de no repetir lo que no me gustó. Trato de enseñarle la importancia de cumplir sus sueños, le festejo sus logros, la libero de exigencias ridículas y le hablo de la importancia de las que para mi lo son. A veces, levanto la cabeza y veo mi reflejo en el subte y no me reconozco. Me siento mi propia sombra. Me veo así. Si al menos el cuerpo me doliera menos, podría ser que el alma se acomodara. EL otro día hablaba con M. mi amiga que vive en Parma que tiene 58 años. Pensaba, que jóven que es. Tuve que recordar que tengo 43 y eso es 15 años menos que 58. Asi estamos. Lindo panorama.

lunes, 26 de marzo de 2012

J.



J. hijo de mi amiga del alma V. hermanito de M.
Nuevo amor de nuestras vidas.
Te quiero, cosita. Te quiero V. y te extrano!!!!

Primerísimo primer grado.

Es una cita



Nov 2011. Preescolar.
Con el primer diente le dejó un corazón
que decía
ratón perez te amo.
Con el segundo fue más directa.
Quiero verte. Le falto el YA MISMO, pero el tonito estaba eh.

lunes, 12 de marzo de 2012