Le volvió a salir sangre de la nariz.
Bastante y 3 ds seguidos.
La otra noche le salió justo antes de acostarse
y quedó medio asustada.
Le tapé la oreja, como todas las noches.
y le dije bajito:
Yo siempre te voy a cuidar, no estés asustada.
y me dijo, clarito clarito:
-oime, por qué mejor no te cuidas vos
así no te morís pronto?
BUé.