Soy ..., la mujer de ... DG, madre de N.
Libra, bipolar y cero, pero CERO tecnologica.
De fichines se bastante más que mi mamá,
que tiene 75 años y si le decís “mouse” sale corriendo
a buscar la escoba. Y bastante menos que mi hija de
5 años que tendrá mi nariz y mis rulos, pero definitivamente
comparte las inquietudes de su padre.
Y ésta, es mi condena:
Cap. 2. Confieso que he pecado (y que tengo poderes)Que peco, bah. Cada tanto. Entre laburo y laburo, juego al
Pet SOCIETY! jajaja ¿qué esperaban, un medal of honor?
¿un call of duty? ¿un grand thef auto? Bueno, si quieren
que juegue, juego, pero tenganme paciencia.
Por ahora, planto árboles de cerezas o de frascos de miel,
elijo unas ropitas muy mononas y decoro habitaciones como loca.
El error fue mio al mostrarle a Nina mi pet.
Ahí comenzó mi lucha... Yo lo vestía de Lady Gaga,
ella le compraba un traje de bailarina rosa...muy rosa.
Yo compraba lamparas de lava, ella gastaba mis monedillas en
peluches virtuales (como si no le alcanzara con los de la vida real).
Entonces le hice un facebook trucho, con nombre trucho,
foto trucha, datos truchos. El problema es que mi hija,
al poco tiempo, se aburrió de jugar solo con su pet, entonces,
se mete en el mío, gasta mis monedas en comprar de todo!
(eso si, comida, mascota, ropa lo que sea, con la única
condición de que sea rosa) y se manda todo de regalo a su
propio pet. Así no vale. Tengo el pet más activo de la comarca.
Eso si, el más pobre también. Al demonio con la decoración.
Cuando creía que éstos podrían ser los problemas más complicados
en lo que a juegos se refiere, mi marido (¿cuándo no?)
le instala a mi hija el Minecraft. Fascinado por la síntesis
de sus gráficos (todo se construye en base a bloques,
los animales y otros ersonajes, también son bloques)
y lo entretenido del juego
(te digo, la síntesis la vi.
Lo interesante, te lo debo). Jugaron como locos varios días.
Hasta una hoja impresa con trucos y combinaciones de controles para conseguir....bueno, en realidad, no sé que conseguían.
Hete aquí que un día tuve que llevarme trabajo a casa,
organicé todo como un gran plan, subí al estudio todo
lo “subible” jugos, galletitas por si acaso, caramelos, celular
y teléfono. (lo único que queda incontrolable, es la vejiga de
mi hijita que generalmente conecta su alarma a los 5 minutos
de haber subido, no importa cuántas veces le haya preguntado yo:
¿TENES PIS? antes de subir. Pff.
Esa tarde, todo estaba aparentemente bajo control.
Mi marido, mientras tanto en una reunión de padres.
Era el cumpleaños del cole de N. y la idea era festejarlo
cortando la calle con un desfile de “princesas y principes”
recreados por los propios padres. Ante la miradita de cocker
en adopción de mi hija, su padre, no pudo resistirse....
La cosa es que me senté ante mi mac, abri el ilustrator
y comencé a laburar mientras mi hija llevaba 10 minutos jugando
al minecraft bendito. Mirando sus apuntes, y edificando casas, puentes, cosechando...juro que la admiré.
De repente....
-me caí en un pozo mami!
-dónde? qué? a ver....Imposible. Hermosa mía que puedo rescatarte de un pozo real
pero nunca de uno virtual. Llanto y más llanto.
Mocos por doquier. Un panorama nefasto.
Ella sólo quería salir del pozo. Yo, sólo quería un rayo vengador
que partiera al medio al padre de la criatura por haberle instalado
ese juego! Mis malos deseos se aplacaron y tomaron forma.
Ojalá que le toque disfráz de osito, pensé. Se lo merece.
5 minutos más tarde sonó el teléfono.
Y ni hola. Sólo 3 palabras.
-enano de blancanieves.Tomá. Nunca desacredites los poderes de una madre despechada.
Y no me busquen. (tengo fotos que lo prueban...)