lunes, 15 de febrero de 2010

tal vez sea la hora, de a. olivé

Tome esta poesía del blog de Amiga M.
Escrito por su abuela. Aba. Que nos malcriaba
y nos abria las puertas de su casa llena de amor.
Esas tardes tienen en mi memoria
olor a escencia de vainilla. Lo juro.
(Amiga intentaba que tomara vasos de leche con
escencia. Olvidate.)

Permiso. Me emocionó muchisimo. Lo tomo prestado.


Te soñé de soles y fuiste de luna.

Te quise de acero y fuiste cristal,

hasta que la vida te mostró su cara...

y de acero fuiste, casi sin llorar.


Tal vez sea la hora de decirte cuanto,

cuanto yo te quise, cuanto te deseé.

Tal vez sea la hora de no decir nada,

y todo sea dicho con una mirada,

como cada día, así como fue.


¿Llevarás adentro palabras no dichas?

¿Llevarás adentro tal vez un pesar?

No te dije todo... no pude mi niña,

verás cuando andes lo que es el andar.


Mi faro te guíe por la noche oscura,

no dejes estela ni mires atrás,

que para encontrarte yo no tengo dudas,

mi niña querida, vale mi radar.


Tal vez sea la hora de decirte cuanto,

cuanto yo te quise, cuanto te desee.

Tal vez sea la hora de no decir nada

y todo sea dicho con una mirada,

como cada día, así como fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario