que en el reparto del creador de peluches te toque
ser una bola amarilla, ya da un poco de pena.
que tu dueña,
no pueda ni hacer pis si no estás con ella,
llore mientras das vueltas en el lavarropas (al grito de "te vas a mareaaaar!")
te meta a presión en una micro-carterita de kitty
para llevarte a todos lados,
y que no pueda dormir si no te abraza,
bueno, eso te reivindica en el universo de los peluches.
Pero una bombacha con ositos...es too much.
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