Benito.

Benito es un viejo que pide limosna en la esuqina
del bar de pueyrredón y santa fe.
Impecable, canoso, casi ciego, 75 años tal vez?

Benito se sienta en una silla que le prestan del bar,
y cada tanto pega un grito y pide 5 o 10 centavos.

Pide, si. Pero tiene un aire super digno.
Como si supiera que se merece lo que está pidiendo.
Eso, sí, como si reclamara.


La primera vez que lo vi, no tenía monedas,
le puse un billete de 2 pesos rápido en la mano
y mientras oía el "gracias" e intentaba el "de nada"
una mano me agarró el brazo derecho como un grillete.
Del brazo a la mano:

-de cuanto es, bonita?
-de 2 pesos, señor.
-no soy señor! me llamo carlos! como te llamás vos?
-A....
-con ese nombre! ((lo mismo de siempre bah))...te digo algo,
para vos, soy benito, para las viejas de 70 que huelen a naftalina,
soy carlos, a vos te digo la verdad... gracias! estás abrigada!?
(y me tocaba la manga) sisis, qué frío..qué tengas un buen día que todo
te salga bien, gracias!

y yo que tiraba para soltarme, que me dejaba agarrar,
que me reía de los nervios, qué tenía ganas de quedarme un rato a charlar,
y que veía que estaba limpito que olía normal (no olía, tal vez,
desde los 70 escasos cm de gap que había conseguido ganar), que tenía
un diente a la vista y creo que era el único..no sé.

Hoy lo ví por segunda vez.
Misma escena, dos pesos en la mano, en silencio
y un brazo grillete que me paró de golpe.

- de cuánto es, bonita?
-de 2 pe..
- cómo es tu nombre!? (me interrumpió)
- A..... y el tuyo Benito! ya sé tu nombre falso también!
-jajajaja. A....!!!!! gracias!! estás abrigada, bonita?
-sisisis, qué frío que hace, viste?
- en mi casa ni te digo...y acá en esta esquina...
yo no pido por gusto! yo cobro 1400 pesos
y pago de alquiler 1200, si no pido, no como.
- me imagino..
- es carísimo...(siguió) y baño compartido..
y arriba tengo un pu..un tipo..que le gustan los tipos...y usa tacos...
- un travesti!
-bue..si...y yo estoy viejo ya para eso... me prometieron que me iban
a conseguir un asilo como la gente... volvé otro día y charlamos...
-dale. La próxima tomamos un café, querés?
-SIIIIII. Pero escuchame bien, bonita. El café lo invito yo,
me escuchás, si no no hay trato.

Ahí le discutí un rato. Me besó la mano y
me dió un beso en la mejilla.
Me fui sonriendo. Deben ser mis ansias de ecnontrar padres
por todos lados.

Ya saben, en la esuina de pueyrredón y santa fé,
por una moneda apenas, pueden hacer feliz a mi nuevo amigo.