Soy ..., la mujer de ... DG, madre de N.
Libra, bipolar y cero, pero CERO tecnologica.
De fichines se bastante más que mi mamá,
que tiene 75 años y si le decís “mouse” sale corriendo
a buscar la escoba. Y bastante menos que mi hija de
5 años que tendrá mi nariz y mis rulos, pero definitivamente
comparte las inquietudes de su padre.
Y ésta, es mi condena:
Capítulo 1
Mi marido, es ¿como decirlo? un enfermo poseído
apasionado por los fichines.
La primera noche que lo ví jugar recuerdo que
en un momento me dijo
- pasámelo de pantalla, que hago pis y vuelvo!
Entonces agarré el mouse con mi mano derecha un poco
horrorizada (soy una chica mac) por la cantidad de botones,
ruedas y luces...
- ¡lleválo a la otra habitación!
- eh...eh...pero ¿cómo hago para que deje de mirar al techoooooooo?????????
Bue. Primer intento, fallido.
Aunque a decir verdad mi primer intento fue en una mac 6100
en el año 98 con el wolfenstein.
Y lo jugué ¿eh? Pero reconozco que creo que del nivel 2
a lo sumo 3, nunca pasé. Y cada vez que volvía a intentarlo,
terminaba con un dolor de cabeza que me dejaba china.
Mi marido, por el 2003, mi novio, intentó llevarme por la mala senda
y me instaló el sims en mi vieja Performa. Y luego de 4 noches
de dormir 3 hs, me aburrí. Como si fuera poco tener que bañarme,
viajar, trabajar, cocinar etc, no solo tenia que hacerlo para
mi misma sino para mi mini-me. Forget it. Terminé más cansada
que nunca. Si algo le reconozco al sims es que durante un tiempo,
no paré de comprar muebles y ropa con dinerillos virtuales.
Satisfice mi compulsión por la compra sin que afectara mi vida real.....
Entonces, instalamos el sims hot date como para reavivar
la llama de la pasión. Desde ya, que para mi mini-me busqué
un chico igualito al mio real. Solo que ellos ni se tocaban.
¿O si? ya ni me acuerdo, creo que se amoñaban en una especie de nube polvorienta de la que a veces
se escapaba una pata o brazo. El problema es que a las horas,
zas, un niño venía en camino y entonces,
más abreviado pero sin levantar el c... de la silla,
comenzabas a hacerte cargo de un bebé llorón y demandante...
(vamos, que casi casi como en la vida real..solo que <<< y ya no lo oimos.)
-¡dale! ¡que si te gustan los fichines! hace una semana
que te acostás a cualquier hora...
-¡es que no puedo largarlo! se muere de hambre,
tengo que trabajar, te digo..¡estoy estresada! me acuesto y pienso
en que voy a comprar, siento que gasté plata de más y entonce
recuerdo que es plata virtual, me estoy enloqueciendo. ESTO NO ES PARA MI.
-probá con otro juego entonces...
Nah. No te pruebo ni un poco.
Como mucho un jewellbox ( y después viajar en colectivo
y accionar comandos con la mente y girar y acomodar diamantitos
con un hemisferio mientras con el otro trataba de recordar
el número del analista)
Años más tarde entra en escena, mi hija que comparte con su padre
la pasión por los fichines.
A los 4, consigue que le arme (no yo, claramente)
una pc con los restos de la suya. Y bueno, si son felices!
La chica tiene su compu y el papá modernizó la suya y/o repuso
partes rotas..(mentime que me gusta).
Entonces descubrimos que teníamos que agrandar el escritorio
y eso hicimos y como las pcs son taaaan grandes y mi viejita emac es un huevito,
ligué el diome.
-¡pero no entro, está justo la pata de la mesa!
-bueno, mi amor, pero si no no entra el cpu de la nena...
De un lado mascotitas que adoptar, bañar y peinar.
Muñequitas que maquillar. Que Hanna Montana, que Edward Cullen.
Del otro tiros y más tiros. Y picor. (¿qué corno es eso?)
Listo, al medio entre 2 gamers.
Como una metáfora de mi propia vida.
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