
Cap. 3. Estar rodeada.
La PS3 desvelaba a mi maridito.
-mi amor..
-¿quep? (se viene, se viene)
-24 cuotas, ni se siente...¿la compramos?
Y llegó el día.
Y (suenen trompetas) con la aparición de la PS3
en mi casa, una vez entendido que el move era MOVE
y no MOOD (yo creía que hacía alusión al cambio de
colores como una especie de cambio de estado de ánimo...
vamos, como el mood-ring) decía, una vez que este “artefacto”
entra en escena, (vuelvan a sonar las trompetas) me picó
un poco el bichito del fichín.
Resulta que durante unos días sólo tuvimos el juego
que viene con el move, el sport champion.
Freesbee, atajáte ésta. El gurú de los fichines,
no la veía ni cuadrada. Y vaya uno a saber por qué milagro,
el move era una extensión perfecta de mi brazo.
En 3 tiros, máximo 4, Rhin, una chinita hermosa de calzas blancas,
destroza a Kenji que queda tirado en el piso lamentándose
mientras mi marido intenta no reventar el move contra la puerta.
Bochas, mismo efecto, estilo adquirido displicentemente,
(como quién no quiere la cosa) consigo que mi hija me admire y me adore.
-¡yo juego con mami!
-bueno..igual 1 partido porque este juego es mooooooooooooy aburrido....
(alguien en esta casa no sabe perder y claramente NO hablo de mi)
¿Ping pong? estupendo che. Un dechado de habilidades. Te digo, ¡este juego lo inventaron para mi!
y luego el ocaso. La caída libre. El Red Dead Redemption..
-Te va a encantar, ¡mirá los gráficos que tiene!.
Lindo. Muy lindozzzZZZZ. Tiros, carretas, trenes y coyotes. OL-VI-DA-TE. Me duermo, no me concetro, me aburro.
-me abandonaste, me dijo, yo pensé que te iba a gustar...
En eso, una vocecita melosa apareció de la nada y dijo:
-pero A MI SI ME GUSTA, papi...
A ver como se pone ésto, pensé.
Que no es para vos, que te vas a aburrir.
Probemos un rato, dijo ella. Se va a aburrir, susurró él.
-¿papi?? ¿quién es ese señor? ¿viste que tiene un sombrero?
¿es un “cauboi”? ¿y qué es un “cauboi”? ¿y por qué se llama
"cauboi"? ¿ese es malo? ¡no te diste cuenta que tiene que ir
para el otro lado! ¡que linda esa casa! ¿y esa chica? ¿qué
pasó con esa chica, papi? ¿tiene que salvarla papi? papi???? papi!!!!!!!!!!!!
CONTESTALE POR FAVOR! Papi contesta y de nuevo una catarata
interminable de preguntas.
-Papi, esperame que ya vuelvo. ES-PE-RA-ME TE DIJE.
2 segs más tarde. Ella y una varita mágica.
-Listo. Ahora si.
SI, la varita era para usar de puntero y dar
indicaciones de “maestraciruela” al padre.
-Por allá (varita a la derecha) por allá, papi.
TE DIJE POR ALLÁ ¿por qué vas por el otro lado? ¡eh! ¿eh? ¿EEH?
-¿papi? ¿por qué los mató a esos? ¡hay unos perritos! ¡qué lindos!
-son coyotes, gorda.
-¡qué lindos los coyotes! AY!!! ¡son RE MALOS!
¡por allá papi! (varita a la izquierda)
Y ese rato que yo creía para mi, para leer para mirar
mi compu en paz, colapsa en medio de tanta charla. Monólogo bah.
-¿papiiiiiii? ¿adònde tiene que ir ahora? ¿me decìs? ¿eh?
y desde lo màs hondo de mi ser, aflora un alarido:
-POR FAVOOOOOR PODÈS HACERME EL FAVOR DE MATAR A ESE MALDITO VAQUEROOOOO?
Silencio sepulcral. Luego unos ojitos que brillan
burlones y en medio de una carcajada, mi hija suelta:
-VA-QUE-RO!!! Mami dijo vaqueroooooo! VAQUEROOOOOOO!
ja! ja! ja! no se dice vaquero, mami, se dice cauboi,
entendés, jajajaja, mami no entiende na-da.
Nada. Me voy de casa para siempre.