jueves, 17 de noviembre de 2011

Del más allá.


Hacía 10 días que papá había muerto.
Yo seguía viviendo en lo de mamá
y pagando un alquiler de un depto al que no pensaba volver.
Los días eran densos como la mierda.
Recién había vuelto a trabajar.
Recién me liberaba un poco de la horda de trámites
que te caen en la cabeza cuando muere alguien cercano.
Todavía no habíamos ordenado el placard.

Me levantaba llorando.
Me acostaba llorando.
Llorando viajaba en subte.
Llorando abría el ilustrator.

Recién me recuperaba de una angina feroz que me atacó
a los dos días de muerto papá y por sobre
todas las cosas, estaba absolutamente agotada. De llorar, de correr,
y de tener la cabeza estallada 3 meses.

Lo único real que dejaba papá
era el auto y la casa. Yo no sé manejar
y tampoco me interesa, necesitábamos la plata
y mi prima C. nos lo compró.

Ese día, milagrosamente, volví a lo de mamá
de bastante buen ánimo, hasta más preocupada que triste. Haciendo números,
pensando en que no tenía un puto peso para el día siguiente...
al entrar, la vi llorando desconsoladamente.
-qué pasa ahora..
-llamo C. que falta la cédula
verde de tu papá. Qué no puede abrir la traba del auto,
que no puede usar el stéreo porque tiene puesta una clave...vos la sabés???
-eh? no! por que iba a saberla!? buscaste bien?
-revolví todo! ya no sé dónde mirar!!

Me senté, resongué y sentí esa angustia
que te sube por la boca del estómago y te da ganas de vomitar.
Qué más nos puede pasar!? Papá ayudame. Repetía para mi,
como un mantra. Ayudáme viejo, ayudáme.

Y me paré sin pensarlo, fuí al cuarto de mis viejos,
abrí un cajón, levanté unos pañuelos y saqué un portadocumentos.
Lo abrí, tenía 4 compartimentos.
1. cédula verde de papá.
2. un papel escrito por él
clave de la traba
XXXX

3. Otro papelito similar
clave del stéreo
XXXX

4. una foto mía y detrás de ella $30.

Estoy convencida que hasta ese día, papá estuvo
cerca mío. Yo no sabía que existía ese portadocumentos,
menos dónde estaba y me levanté como una autómata
y supe donde buscar.Yo buscaba algo.
Ni siquiera sabía qué y menos que iba a tener todo
lo que buscaba al mismo tiempo y en un mismo lugar.

Después de ese día, varias veces en la vida
dije viejo, ayudame. Pero creo que él ya no estaba por acá.

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