El sábado caminando por cabildo
N. como de costumbre, miraba a ambos lados,
al cielo, a la gente, a cualquier lado menos al piso.
Y con senda venda en su rodilla
(qu terminó infectada, con pervinox, antibióticos
y analgésicos + drama de proporciones en cada curación)
me preocupaba un poco su falta de atención.
Dicho y hecho,
cruzando juramento, metió el pié en un pozo (chiquito)
que yo no llegué a ver y trastabilló.
Por suerte, N. siempre, SIEMPRE camina de la mano,
a mi paso, rápido, lento, como sea,
viene a mi ritmo.
Pero esta vuelta me enojé
(lo único que faltaba era una caída sobre LA CAÍDA)
y le pegué un grito
-pero!!!! mirá por dónde caminás!!!!!! por favor!
Enojada, me echó una mirada
(de esas de rayos láser)
y me dijo:
-NO. La abuela T. camina mirando para abajo
pero yo no! yo elijo no perderme las COSAS DE LA VIDA.
Tomá.
Y dále! que yo te llevo de la mano.
yo, que te llevo un poco de ventaja (en años, se entiende), te avisaria que te vayas preparando porque esto es solo una muestra gratis de como le funciona la cabeza a esa pedazo de hija que te hiciste.
ResponderEliminarpero avisarte tampoco te serviria de mucho: no hay como atajar todo lo que se te viene.
lo unico que podrias hacer es ir yendo a farmacity a proveerte de kleenex; te puedo asegurar que vas a pasar muchos dias llorando porque los lios y las peleas no te los quita nadie, pero tambien te va a tocar risa y mucha, mucha emocion.
aburridos, abstenerse de criar genios.
jjajajaja vos decís? pero por qué tenemos hijas tan picudas??
ResponderEliminarY te digo, la culpa es mía por haber
pedido una "igualita a Oli"
caray.