jueves, 18 de marzo de 2010

Besos sanadores

Se cayó de pera.
La seño quiso ponerle hielo y no se dejó.
Me llamaron que estaba a los gritos
y llegué volando.

La abrace, la calmé como pude.

A la noche le dije:
-que buena tu maestra, como te consoló.
-mami...a mi me curaron tus besos.

Me matás.

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